Se suicida un octogenario enfermo que tenía 60.000 euros atrapados en subordinadas

Un vecino de Pontevedra Urbano, P.B., de 82 años de edad, se quitó la  vida el pasado sábado en su vivienda. El fallecido, que estaba  enfermo, tenía atrapado dinero en obligaciones  subordinadas de NCG Banco, según ha afirmado un portavoz de la  plataforma de afectados por las preferentes de Marín-Pontevedra en el transcurso  de una protesta celebrada este martes.

No obstante, la muerte del octogenario no ha sido vinculada directamente a  que tuviese en torno a 60.000 euros atrapados en subordinadas de NCG. Así,  Rosana Prado, de la plataforma de Pontevedra-Marín, ha pedido «precaución y  cautela» en lo referido al fallecido, «sobre todo por respeto a su familia».

El pasado sábado la Policía Local de Pontevedra acudió al domicilio del  fallecido, ubicado en el casco urbano pontevedrés, después de que su mujer lo  hubiese encontrado tirado en el suelo de la cocina. En el Ayuntamiento de  Pontevedra confirman que se trató de un suicidio, pero no entran en las razones  que llevaron al octogenario a tomar esta decisión.

Según pudo saber Europa Press, el fallecido no dejó nota y en el atestado  policial consta que, cuando acudió a su casa, la Policía le preguntó a la viuda,  Dorinda G.C., si conocía algún motivo para que su marido se quitase la vida. El  parte dice que la señora respondió que el esposo estaba «preocupado por su salud  y porque tenía dinero atrapado en subordinadas». El hombre había sido operado  recientemente a raíz de un problema cardíaco.

Condolencias del banco

Por su parte, el consejero delegado de NCG Banco, César González Bueno, ha  afirmado que «hoy es un día especialmente triste» tras haber conocido este  martes «el suicidio de un cliente de Novagalicia que tenía subordinadas». Antes  de participar en un acto en Vigo, González Bueno se ha dirigido a los medios de  comunicación para destacar que se trataba de «un hombre amable», que «estaba  hablando con la oficina» para intentar solucionar su problema y «al que tenían  aprecio». «Verdaderamente es un día de gran desolación», ha subrayado.

Fuente: «La Vanguardia».

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