Los afectados por la hipoteca han visto en el año que se acerca a su fin las dos caras de la moneda. Han ganado la batalla de la opinión pública –ya nadie los califica en bloque de manirrotos e irresponsables–, han logrado que el Gobierno se pronuncie sobre la tragedia hipotecaria y han obtenido victorias legales en Europa sin precedentes. Sin embargo, su situación no ha mejorado significativamente. Sobre todo, por lo cicatero que ha sido el Ejecutivo central en la aplicación de la sentencia de la Unión Europea que declaró ilegal el sistema de desalojos español a causa de la existencia de cláusulas abusivas en los contratos hipotecarios.
Activistas de la PAH, movilizados para evitar un desahucio en Sagunto, el pasado 21 de octubre. HEINO KALIS | REUTERS
La portavoz de la PAH, Ada Colau, muestra satisfacción e inquietud. «Ha habido un punto de inflexión en cuanto a la opinión pública, esta batalla se ha ganado. Pero ahora el reto es el crecimiento». Ya son 200 las plataformas locales de afectados, que ahora, dice Colau, han dado un paso adelante en su relación con los bancos. Ya no solo ocupan una agencia. «Hemos ganado capacidad de negociación con los bancos. Tenemos contacto directo con personas que pueden pactar una dación».
Fuente: «El Periódico».