La ministra de Empleo, Fátima Báñez y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, han rechazado la implantación del contrato único en España, como ha recomendado la Comisión Europea y en concreto el pasado lunes, el comisario de Empleo, Lázlo Andor.
Según Báñez, esta modalidad de contratación, que conlleva una indemnización de 20 días por año para toda clase de despidos, “no entra dentro de la doctrina de la Constitución”. Para la ministra, Andor solo hizo una reflexión que no supone una propuesta oficial de la Comisión Europea (CE).
Antes de asistir a un desayuno informativo organizado por Europa Press con el presidente de la CEOE, la ministra ha defendido el contrato de emprendedores, regulado en la nueva reforma laboral, con el que se han realizado 102.000 contrataciones. Juan Rosell tampoco ha defendido el contrato único y se ha preguntado en qué países existe. Ha calificado de “muy atrevida” la propuesta de Andor ya que el tejido empresarial español, dividido entre el sector industrial y el de servicios, no facilita la implantación de esta figura. Por el contrario, se mostró partidario de desarrollar más el contrato a tiempo parcial.
En este mismo foro, los líderes sindicales Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez también han rechazado la “ocurrencia” del comisario de Empleo. Para el secretario general de CCOO, es un “intento indisimulado de precarizar aún más” la contratación en España. El secretario general de UGT espera que Mariano Rajoy no lo sugiera en la reunión que mantendrá el jueves con los agentes sociales. Ante este encuentro, Rosell reconoció que la situación de la economía “no está aún para crear empleo”, pero aplaudió el diálogo entre los agentes sociales para que se pongan sobre la mesa distintas propuestas “con la calculadora en la mano” para conocer su coste.
Déficit a la carta
Según el presidente de la CEOE, la prioridad en España sigue siendo la reducción del déficit aunque la prima de riesgo siga bajando. Aplaudió la contención de la inflación que en su opinión se debe a la caída de la demanda interna y reiteró que a los empresarios les importa más la reducción de las cotizaciones sociales que la de los impuestos.
Ante la posibilidad de que cada autonomía pueda seguir un modelo asimétrico para el cumplimiento del objetivo de déficit y la pugna entre la Generalitat y el ministerio de Hacienda sobre el déficit catalán, el presidente de la CEOE ha declarado que “por una décima no nos vamos a morir”. Sin embargo, no es partidario de relajar los objetivos porque “nos relajamos muy rápido y se nos dispara el déficit”. Lo importante en su opinión es que “las personas paguen los impuestos y reciban servicios en función de su renta y por igual en todos los territorios”.
Fuente: «El Periódico».