El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) celebra este miércoles un Pleno extraordinario con el objetivo de dar luz verde definitiva a su informe sobre la reforma penal planteada por el Gobierno. Sobre la mesa estará la ponencia elaborada por la vocal Margarita Robles que duda de la constitucionalidad de algunas medidas del anteproyecto, que ya recibió la semana pasada el respaldo de los vocales progresistas de la Comisión de Estudios de este órgano.
Este informe de la Comisión de Estudios incluía dudas sobre la constitucionalidad de dos de los puntos más importantes de la reforma: la llamada prisión permanente revisable y la custodia de seguridad. En la relación a la llamada prisión permanente revisable se fijaba: «Resulta cuanto menos dudoso que una privación de libertad potencialmente perpetua sea conciliable, en un ámbito estrictamente interno, con la reinserción contemplada en el artículo 25.2 de la Constitución». Este artículo fija «la reinserción y reeducación social» como finalidades de las penas privativas de libertad.
Respecto a la segunda medida, el pronunciamiento concluyó que existía «falta de seguridad jurídica» por aplicarse una vez cumplida la pena de prisión, y se añade como «pero» una posible vulneración del denominado «principio de taxatividad» por ser su redacción excesivamente extensa y poco concreta. Añade además que es «especialmente significativa» la ausencia de controles claros para su ejecución y seguimiento así como el hecho de que se pueda cumplir en un centro penitenciario, «como si de una pena se tratase».
La custodia de seguridad es una medida que, de aprobarse, se aplicaría en casos excepcionales cuando el condenado haya cumplido la pena de prisión y un tribunal valore que se mantiene la peligrosidad. La custodia de seguridad tiene una duración máxima de diez años aunque podrá ponerse fin si desaparecen las circunstancias que la hacían necesaria.
Es previsible que existan votos particulares procedentes del sector conservador. Concepción Espejel y Antonio Dorado, ya presentaron sendos votos particulares, durante la discusión del asunto en la Comisión de estudios.
Fuente: «El País».