Agentes de la Policía Nacional han detenido a Víctor Rodolfo H.  T., de 32 años, como presunto autor de, al menos, cuatro delitos de  violación y dos de agresión sexual. Además, se le imputa un delito de  allanamiento de morada y otro de robo con violencia a una de sus víctimas. El  detenido actuaba en diferentes zonas de la capital, por lo que fue bastante  difícil su localización y durante varios meses tuvo en jaque a los  agentes.

Las investigaciones comenzaron a finales del año 2010, a raíz de  la denuncia interpuesta por una chica de 21 años que manifestaba que después de  haber estado tomando algo con unos amigos y se disponía a entrar en el portal de  su domicilio, un individuo le abordó por la espalda y a empujones la introdujo  en su domicilio donde consumó la violación. Posteriormente se fueron sucediendo  las denuncias de varias chicas que relataban un mismo modus operandi y aportaban  una serie de características físicas que coincidían plenamente con las del autor  de la primera agresión.

Un ‘IMEI’ telefónico,  clave 

En una ocasión el presunto autor no pudo consumar  la violación debido a la fuerte resistencia y los gritos de auxilio de su  víctima aunque sí le logró arrebatar el teléfono móvil del que  posteriormente hizo uso. Esta pista fue fundamental para que los agentes  lograran determinar donde vivía el autor de las agresiones.

Una vez que  se logró identificar al violador, las víctimas le reconocieron fotográficamente  y sin ningún género de dudas, por lo que el pasado día 12 de julio, y con el  consiguiente mandamiento judicial, fue arrestado en su domicilio ubicado en el  distrito de Chamberí. En las dependencias policiales el detenido se negó a  realizar las pruebas de ADN previstas para este tipo de delitos, es decir, la  extracción de una muestra de su cavidad bucal, aunque el Juez instructor ordenó  posteriormente su ejecución.

Al arrestado ya le constaba un antecedente  policial previo, en el año 2002, por un delito de agresión sexual. El mismo fue  puesto a disposición judicial. La investigación ha sido llevada a cabo por  agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de  Policía de Madrid.

Fuente: «La Vanguardia».