Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red criminal ideada por tres expertos peritos de seguros de Zaragoza que se sirvieron de familiares y amigos para defraudar más de dos millones de euros a grandes compañías aseguradores mediante falsos partes de siniestros.
Según informa la Jefatura Superior de Policía de Aragón, la denominada «Operación Diluvio» se ha saldado con la detención de los tres peritos, de reconocido prestigio profesional en Zaragoza, así como de otras quince personas vinculadas a la red de presuntos estafadores.
La investigación, desvelada parcialmente hoy por Heraldo de Aragón, se inició el pasado mes de diciembre a raíz de la denuncia interpuesta por los letrados de las cuatro empresas aseguradoras supuestamente estafadas. Las fuentes policiales aseguran que el procedimiento empleado exigía que un familiar o amigo de los peritos asegurara un domicilio y declarara poco tiempo después un siniestro inexistente provocado por inundación, incendio o granizo.
Posteriormente, la aseguradora encargaba el peritaje a uno de los profesionales detenidos, que realizaba un parte de siniestro para que se le abonara en cuenta al tomador del seguro la indemnización correspondiente por daños. Ninguno de los tres peritos detenidos formaban parte de la plantilla de las aseguradoras presuntamente estafadas que, sin embargo, recibían el encargo de realizar el trabajo dado su prestigio profesional.
En otros casos, ellos mismos ofrecían su servicio a las aseguradoras informando previamente de que habían tenido conocimiento de un siniestro. En el transcurso de la investigación, los agentes determinaron como «claramente falsos» un total de 156 de los informes periciales realizados por los detenidos, que incorporaban datos que no se correspondían con la realidad, como fenómenos meteorológicos o número de personas participantes.
Los agentes constataron, además, duplicidad de pólizas para un mismo riesgo, informes prácticamente calcados para siniestros diferentes, narraciones no verosímiles y uso de fotografías repetidas para sucesos diversos.
Las pesquisas llevadas a cabo permitieron verificar que los tomadores de los seguros eran partícipes en los supuestos delitos imputados, estafa y blanqueo de capitales, mediante una colaboración «activa y necesaria» consistente en la apertura de cuentas bancarias y uso de sus datos a cambio del cobro de una comisión.
Posteriormente, los cómplices de los peritos participaban en la ocultación del dinero estafado mediante la extracción en efectivo o a través de cuentas bancarias puente.
Fuente: «La Vanguardia».