Arranca el juicio a José Bretón, acusado de asesinar a sus hijos

El magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba,  Pedro Vela, preside desde este lunes el jurado, una vez constituido, que se  encargará del juicio a José Bretón, acusado de  dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de  parentesco supuestamente cometidos contra sus hijos, Ruth y  José, el 8 de octubre de 2011 en una finca familiar ubicada en las afueras de la  capital cordobesa, hechos por los que permanece interno en el Centro  Penitenciario de Alcolea desde el 21 de octubre de 2011 y la Fiscalía y la  acusación particular, ejercida por la madre de los niños, Ruth Ortiz, le piden  40 años de prisión.

En concreto, el juicio empieza este lunes después de cerca de dos años desde  que ocurrieron los hechos, si bien este primer día está reservado para la  elección del jurado, por lo que las declaraciones y, por ende, el inicio real de  la vista oral, que se prevé que se prolongue cerca de un mes con más de cien  testigos y peritos, no se inicia hasta el martes, con la comparecencia de  Bretón.

En relación con el jurado, 12 de las 36 personas sorteadas presentaron  excusas a finales de mayo para no acudir a esta cita, aunque la elección de los  mismos no se produce hasta este lunes, según precisaron fuentes judiciales, que  detallaron que se descartó a tres de las 36 personas, dos de ellas por tener más  de 65 años de edad y otra por fallecimiento.

Una vez constituido, tendrá lugar, ya en audiencia pública, una breve  exposición de las partes para instruir al jurado y en la que estará presente  José Bretón, según ha informado recientemente su abogado, José María Sánchez de  Puerta, quien ha detallado que su defendido afronta el juicio «tranquilo y  deseando que empiece» para contestar a las preguntas de todas las partes.

Mientras, desde este mismo lunes se darán cita en la Audiencia Provincial,  donde se celebra el juicio en la mayor sala de vistas, los más de cien  periodistas acreditados de un total de 35 medios que han seguido el caso, que ha  tenido desde el principio una amplia repercusión mediática.

En cuanto al dispositivo especial, la Consejería de Justicia e Interior de la  Junta, que destina 12.000 euros, ha establecido el control de accesos y otras  cuestiones en materia de seguridad de forma coordinada con la Audiencia  Provincial, la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía  Local.

El supuesto plan ideado con «un auténtico horno»

El 8 de octubre de 2011, pasadas las 18,00 horas, José Bretón alertaba al  Servicio de Emergencias del 112 en Andalucía de la supuesta desaparición de sus  hijos, Ruth y José, en el Parque Cruz Conde de Córdoba al perderlos de vista, y  posteriormente denunciaba los hechos a la Policía.

Sin embargo, horas antes, desde pasadas las 13,30 hasta las 17,30 horas,  estuvo en la parcela que sus padres tienen en Las Quemadillas, en Córdoba, donde  supuestamente ejecutó el plan ideado, tras acudir a la misma hasta en 11  ocasiones entre el 15 de septiembre y 8 de octubre, con el objetivo de  «materializar su venganza contra su todavía esposa», Ruth Ortiz, como sostiene  en el auto de procesamiento el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez  Lainz.

«Tras matar a sus dos hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela», y  sin que se pueda establecer la forma en la que lo hizo, «trató de hacer  desaparecer sus cadáveres quemándolos en lo que diseñó como un auténtico horno o  pira funeraria», sobre «un fondo de leña de olivo en forma más o menos  rectangular», en la que supuestamente colocó «los cuerpos de los dos  menores».

Algo que, según el togado, está «demostrado empíricamente». Asimismo, relata  que «los cuerpos estarían posiblemente cubiertos por una sábana o cortinas de  las que no se encontraron en los registros; muy probablemente José vertería  importantes cantidades de gasoil sobre los cuerpos o sobre la leña, con miras a  conseguir que la hoguera alcanzara elevadísimas temperaturas durante un  prolongado espacio de tiempo».

Los agentes comprobaron en la investigación que Bretón compró unos 140 litros  de gasoil antes de acudir a Córdoba el 7 de octubre, día en el que recogió a los  niños en Huelva, donde estaban con su madre.

Posteriormente, «sobre la pira, José colocaría la estructura metálica de mesa  de forma rectangular que se encontró junto a la hoguera en el primer registro»,  y agrega que «la mesa serviría de parapeto, sobre el que posiblemente  descansaría una especie de plancha o montículos que hicieran concentrar aún más  el calor», con el fin de actuar, en palabras del juez, como si fuera «un  horno».

Cuando Bretón calculó que «la incineración pudiera haber tenido finalmente  lugar –el volumen de la ceniza y la existencia de ascuas impediría un análisis  concienzudo– retiraría la mesa y el material utilizado de parapeto,  consiguiendo de este modo, posiblemente con la ayuda de ropas sintéticas o  simplemente por oxigenación provocada por la retirada de obstáculos, o  manipulación de ascuas, que la llama se avivara en el entorno de las 17,14  horas».

Los técnicos del Infoca alertaron sobre esa hora de una columna de humo,  procedente de la zona de la finca. No obstante, tras supuestamente llevar a cabo  el citado plan, Bretón salió de la parcela pasadas las 17,30 horas, y se dirigió  al Parque Cruz Conde, donde tras pasar por el lateral de la Ciudad de los Niños,  las imágenes de una de las cámaras de seguridad, analizadas a petición del juez  por expertos de la Universidad de Valencia, avalan «al 98 por ciento» que los  niños no iban en el coche y no llegaron al parque.

Cerca de once meses de incertidumbre

Tras la denuncia de supuesta desaparición, la Policía Nacional inició la  búsqueda de los niños, si bien desde un principio la investigación se centró en  el padre, al tiempo que se descartaba encontrar a los menores con vida, aunque  el juez en el auto de procesamiento por el que le imputaba la supuesta comisión  de dos delitos de detención ilegal no descartaba que Ruth y José supuestamente  estuvieran vivos y hubiera colaborado otra persona en el caso.

Las búsquedas de los pequeños se centraron principalmente en el entorno e  interior de la finca de Las Quemadillas y a tal fin se hizo cargo del caso la  Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV).

Precisamente, dentro de la parcela los agentes hallaron un hoguera, en la que  encontraron restos óseos. Después de analizarlos en un primer momento, la perito  de la Policía Científica Josefina Lamas determinó que eran de animales.

Sin embargo, tras cerca de once meses de búsquedas y registros sin  resultados, el responsable de la empresa del georadar empleado en la finca para  la búsqueda, Luis Ignacio Avial Bell, fue nexo de unión entre el caso y el  experto antropólogo Francisco Etxeberría, el primero en concluir que los restos  no eran de animales, sino de humanos.

A este informe se le sumaron otros que analizan los restos y presentan la  misma conclusión, que pertenecen a humanos y con edades comprendidas entre los  seis y dos años, las que tenían los niños en el momento de los hechos.

Como consecuencia de ello, el juez dictó un nuevo auto por el que imputaba a  Bretón la supuesta comisión de dos asesinatos, aunque no se pudo hallar ADN en  los restos, teniendo en cuenta el estado que presentaban tras alcanzar  temperaturas superiores a 600 grados.

Bretón y su versión del parque

Entretanto, Bretón ha mantenido su versión de que perdió a sus hijos en el  Parque Cruz Conde la tarde del 8 de octubre de 2011, de hecho cree que están  vivos, y confía en que sea absuelto, según su letrado.

Por su parte, la madre de los niños, arropada por la sociedad en numerosas  concentraciones, califica a Bretón de «monstruo» y cree que «el destino» de sus  hijos era «ser niños durante poco tiempo en la tierra y ángeles eternamente en  el cielo».

Fuente: «La Vanguardia».

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